Lo que comenzó como un viaje de una semana a Santa Bárbara en 2019 resultó ser el comienzo de un viaje incesante y duradero de producir licores centroamericanos de la más alta calidad y, al mismo tiempo, impactar para siempre la vida de las personas que viven allí y su entorno. Introducidos al mazapán cultivado localmente en Honduras, los fundadores de La Zona estaban entusiasmados con las notables y versátiles cualidades de la fruta. Entre sus numerosas aplicaciones, la fermentación y destilación de la fruta crearon un vodka suave y de sabor único que seguramente entusiasmaría a quien lo probara. ¿Por qué no –pensaron ellos- beneficiarse de un fruto tan abundante para producir no solamente un producto sostenible, sino también una comunidad y medio ambiente sostenible? 

 

Sin embargo, la vida bajo constante amenaza climática pronto se reveló cuando la ciudad de Santa Bárbara fue golpeada catastróficamente por huracanes consecutivos en noviembre de 2020 mientras que la gente también se enfrentaba a una pandemia mundial. Quedó claro que para que una empresa tuviera éxito, debería ser ágil y no depender de una sola cosa. Entonces, los destiladores comenzaron a incorporar yuca, chato (un plátano de fácil cultivo), maíz y batata con el mazapán, produciendo un vodka único en su tipo, totalmente local y sostenible.

 

Junto con posibles infusiones hechas solo con los ingredientes más frescos cultivados en Honduras, este vodka seguramente prosperaría en una comunidad que necesitaba todo el apoyo que pudiera obtener. Con tan solo un alambique de vodka en el territorio continental del país, junto con la ayuda de varios miembros de la comunidad, el sueño del vodka hondureño comenzó a convertirse en una emocionante realidad. Hoy en día, Destilería La Zona se enorgullece de ser la única destilería de vodka de América Central e imparte el entusiasmo inicial de los fundadores por un posible futuro en Honduras a innumerables personas, comenzando con solo un sorbo.